Si apenas comienzas con la aventura que puede llegar a ser convertirse en maestro, aquí te dejamos algunos útiles consejos para quitarte un poco de estrés de encima.
Hazlo simple: Tú eres el filtro entre el libro, y los alumnos. Elimina los conceptos técnicos , déjalos lejos de tu explicación. Las palabras técnicas o "rebuscadas" hacen más difícil la comprensión. Es mejor sintentizar y/o parafrasear la información con vocabulario más habitual.
Domina los temas: Parece obvio y no tendría que ser necesario puntualizar esto, pero , debes estudiar y tener completo control y manejo sobre los temas que estás explicando. Apréndelo una vez, lo vas a usar muchas otras veces.
Manejo de errores: No intentes corregir todos los errores que escuches, sólo enfócate en los que son parte del tema que se está viendo en clase. De otra forma los alumnos se sentirán frustrados si todo el tiempo estás haciendo una pausa para corregirles. Es importante corregir, pero también es importante que los alumnos comiencen a producir, incluso si se equivocan en ocasiones.
Manejo de tus errores: No eres una máquina, eres un ser humano. Acepta tus errores y aprende de ellos. No lo puedes llegar a saber todo, no eres un diccionario para saber el significado de cada palabra o expresión. No eres Google.
Practica: Asegúrate de practicar constantemente con los alumnos, no sólo el tema de la clase en curso, sino también de las anteriores. De otra forma los alumnos comenzarán a olvidar lo aprendido anteriormente.
Tareas: Sólo deja tarea cuando creas que sea en verdad muy necesario como refuerzo de la clase. Te recomendamos no dejes tarea si manejas clases grupales, y mucho menos si tienes más de un grupo. Al final te estarás desviviendo por calificar más de lo que puedes.